Tengas o no hipoteca, te interesa
Esta es una de las preguntas que más me repiten, y es que, junto con la jubilación, la planificación de la compra de una vivienda es una de las decisiones financieras más importantes de cualquier planificación.
¿Qué tipos de hipotecas hay?
En España, existen diversos tipos de hipotecas que se diferencian principalmente por el tipo de interés y las condiciones de pago. A continuación, te presento los tipos de hipotecas más comunes:
1. Hipoteca fija:
- El tipo de interés se mantiene constante durante toda la vida del préstamo, lo que ofrece estabilidad y previsibilidad en las cuotas mensuales.
- Suele tener un interés inicial más alto que las hipotecas variables.
- Es una buena opción para personas que buscan estabilidad y seguridad financiera.
A no ser que sea un tipo muy competitivo se suele pagar más intereses al final de la hipoteca.
2. Hipoteca variable:
- El tipo de interés fluctúa. Hay una parte fija (diferencial) que se suma al índice de referencia, Euríbor que varía durante la vida del préstamo.
- Suele tener un interés inicial más bajo que las hipotecas fijas.
- Las cuotas mensuales pueden variar en función de las fluctuaciones del índice de referencia.
- Es una buena opción para personas que buscan un tipo de interés potencialmente más bajo, que están dispuestas a asumir volatilidad pero que quieren pagar menos intereses.
3. Hipoteca mixta:
- Combina características de las hipotecas fija y variable.
- Ofrece un tipo de interés fijo durante un período inicial (entre 5 y 10 años) y luego pasa a un tipo de interés variable.
- Puede ser una buena opción para personas que buscan estabilidad a corto plazo y flexibilidad a largo plazo.

¿Conoces la regla 28/36?
La regla del 28/36 es una herramienta financiera que se utiliza para evaluar la capacidad de endeudamiento de una persona que desea comprar una vivienda en España. Esta regla establece que:
Los pagos mensuales de la vivienda no deben exceder el 28% de los ingresos brutos mensuales del comprador. Esto incluye la hipoteca, los impuestos sobre la vivienda, los seguros y las cuotas de la comunidad de propietarios.
Los pagos totales de deuda no deben exceder el 36% de los ingresos brutos mensuales del comprador. Esto incluye los pagos de la vivienda, así como cualquier otra deuda, como préstamos para automóviles, tarjetas de crédito y préstamos estudiantiles.
Supongamos que una persona tiene unos ingresos brutos mensuales de 2.000 euros. Según la regla del 28/36, esta persona podría pagar como máximo 560 euros al mes en pagos de vivienda (28% de 2.000 euros) y 720 euros al mes en pagos totales de deuda (36% de 2.000 euros).
La regla del 28/36 es importante porque ayuda a los compradores de viviendas a evitar el endeudamiento excesivo. Si una persona gasta demasiado dinero en pagos de vivienda y otras deudas, es posible que le resulte difícil cubrir sus gastos mensuales o ahorrar para el futuro.
Cuidado con las vinculaciones
Tras revisar cientos de hipotecas de clientes, he podido ver como en muchas ocasiones el tipo de interés era competitivo e interesante pero el cliente estaba pagando un sobrecoste en vinculaciones.
Desde seguro de vida, seguro de hogar, seguro de impago hasta alarmas, planes de pensiones, tarjetas de crédito o planes de ahorro.
Asesórate y firma después
Una hipoteca es para el largo plazo. Cómo máximo vas a tener que pagar durante 30 años de tu vida una cuota y sufrir variaciones en el precio de las vinculaciones durante la vida del préstamo.
Por eso es fundamental asesorarte bien y planificar esa hipoteca de manera que entiendas perfectamente lo que vas a firmar.