¿Cómo afectan tus decisiones y cómo mejorarlas?
El mayor problema en nuestras finanzas personales somos nosotros mismos, nuestros sesgos conductuales que nos llevan a actuar de manera irracional movidos por las emociones.
Sabemos que el funcionamiento de las finanzas es racional, compra barato, vende caro, pero nuestra mente no lo es. Por eso la mayoría se equivoca.
«La mayor fuente de error en la toma de decisiones es la confianza excesiva en nuestras propias opiniones y juicios.» Daniel Kahneman
5 Sesgos cognitivos que afectan a nuestro dinero
Entender estos sesgos es el primer paso para superarlos y mejorar nuestra salud financiera.
1. Efecto manada
Ocurre cuando seguimos las acciones de un grupo sin un análisis crítico, basándonos en la creencia de que si todos lo hacen, debe ser lo correcto.
Para superar este sesgo, es vital tener a tu lado a un experto en finanzas personales que estudie tu situación y te haga una recomendación según tus preferencias y necesidades. Que le funcione a otra persona no quiere decir que te vaya a funcionar a ti.
2. Aversión a la Pérdida
La aversión a la pérdida nos hace sentir el dolor de las pérdidas más intensamente que la alegría de las ganancias.
Esto es muy curioso. Nos duele más perder 50€ que la alegría de ganar 50€, es muy irracional.
Daniel Kahneman, en su libro «Thinking, Fast and Slow», destaca que este sesgo puede ser una de las principales barreras para la toma de decisiones racionales en finanzas. Reconocer este sesgo y establecer reglas claras para vender o mantener inversiones puede ayudar a mitigarlo.
3. Exceso de Confianza
El exceso de confianza nos lleva a sobreestimar nuestras habilidades para predecir el mercado o seleccionar inversiones ganadoras.
Diversificar nuestras inversiones son estrategias clave para evitar este sesgo.
4. Sesgo de Confirmación
El sesgo de confirmación nos lleva a buscar y dar más peso a la información que confirma nuestras creencias preexistentes, mientras ignoramos o minimizamos la información contraria.
Por eso, cuando hablamos con alguien que piensa como nosotros enseguida prestamos más atención o consideramos que es una persona inteligente, por el simple hecho que piensa igual que nosotros.
Este sesgo sobrevalora nuestras creencias y expectativas, distorsionando la toma de decisiones.
5. Efecto de Anclaje
El efecto de anclaje ocurre cuando nos enfocamos demasiado en una pieza de información inicial (el ancla) y utilizamos esa información como referencia para todas las decisiones subsecuentes.
Para combatir este sesgo, debemos considerar múltiples fuentes de información y ajustar nuestras expectativas basándonos en un análisis más amplio.

¿Qué podemos hacer para superar estos sesgos?
Ser conscientes de estos sesgos nos ayudará a identificarlos y poder ponerles una solución.
- Educación Financiera: Mejorar nuestro conocimiento sobre finanzas puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y a reconocer cuándo estamos siendo influenciados por un sesgo.
- Planificación y Disciplina: Tener plan financiero claro acotado a nuestras necesidades y objetivos minimizará las decisiones impulsivas que se salgan de lo planificado.
- Asesoría Profesional: Consultar con un asesor financiero puede ofrecer una perspectiva objetiva y ayudar a contrarrestar nuestros propios sesgos.
- Revisar el plan: Evaluar regularmente nuestras decisiones financieras y suposiciones puede ayudarnos a identificar y corregir sesgos con el tiempo.
Comprender estos procesos y aprender a eliminarlos es esencial para tomar decisiones financieras más racionales y efectivas.